10/11/15

Behobia-San Sebastián 2015

Os hago aquí el previously de la previa

Finalmente encuentro a mi amigo, que iba a ser la cordura. Ya lo había sido en muchas tiradas largas, aquí no va a ser una excepción. Suena Mi gran noche de Raphael y a continuación Revolución sexual de La Casa Azul. Y ya me he venido arriba.

Nuestra salida es la última. Y allá que vamos. En nuestro lento caminar me encuentro con Naiara, que la verdad que no sé cómo la reconocí pues no llevaba la verde de los Drinkinrunners, porque le metía mucho calor.
Nos acercamos lentos pero sin pausa a la línea de salida con música de AC/DC, música de Loquillo y en esto que por los altavoces resuena: "...para bailar la bamba..." Las pulsaciones de mi amigo se suben por las nubes. Mi amigo llegó a las 100. Casi lo damos todo bailando. Sosegamos, últimos consejos del speaker donde nos recomendaba mucha calma e hidratarnos muy bien. Ya estamos viendo el arco de #BoostBehobiaSS. Saludamos a las cámaras (eso se nos da muy bien). Cuenta atrás en vasco, bost, lau, hiru, bi, bat

y PUM!

Vamos al lío.

Poco a poco, cogemos el ritmillo. Ya mucho público desde la línea de salida y esto no cambiará, salvo excepciones.
Km.1 La recta de salida paralela al río Bidasoa y al final entramos en Irún, la carretera se empieza a empinar. El ritmo lento, no hay quien corra de gente que hay, creo que sale a 6'/km.

Ya en el km2 mi compañero me dice que no me asuste porque a unos 500 metros al salir de una rotonda nos metemos en la avenida Nafarroak y es una cuesta que verla asusta, yo le digo que vale y comenzamos a escuchar a la gente alrededor de las calles animando. Iba un poco alucinado y descolocado con la cantidad de gente. Este tramo lo hacemos a 5'46", todavía con mucha gente que te impide correr con soltura. 

En el km 3 la pendiente se hace más pronunciada, es como un tobogán. Estamos subiendo al paseo de Colón. Allí están esperándonos nuestras más fieles admiradoras: mi novia, la mujer de mi guardián y sus tres hijas que nos animan sin parar. Las pobres se están asolanando a base de bien. El tramo sale a 5'30", ya es una zona de toboganes y el ritmo se aproxima a lo que buscábamos.

En el km4 nos alejamos ya de Irún y el ritmo es de 5'21", en parte espoleados por la emoción de la carrera y también porque es una zona de ligera bajada.
Mi compañero, como siempre, con mucha cabeza y echándome el freno cuando lo consideraba oportuno. No íbamos de cháchara, muy pendientes de nuestro alrededor. Era algo serio, no una de nuestras tiradas hablando de series, de baloncesto o de cualquier cosa.

En el km5 seguimos bajando y se ve el avituallamiento a lo lejos poco antes de empezar a ascender el famoso Gaintxurizketa; en este punto de avituallamiento surge el mayor y casi único problema en mi opinión de la carrera; cuando vamos a coger el vaso con agua vemos que están vacíos, la avalancha de gente les sobrepasa y no les da tiempo a rellenar, nos dicen que cojamos el vaso y lo llenemos en unos cubos 20 metros más adelante llenos de agua, él ve a gente meter la cabeza incluso en el cubo para refrescarse por encima de sus posibilidades. Hay que decir que en todos los avituallamientos paramos a beber. Porque aquello era una auténtica locura. Y había que beber sí o sí, porque se superaban los 25 grados. El ritmo ha bajado hasta 5'15" y observando las pulsaciones me dice que va muy bien pero que no le gustan las pulsaciones que lleva y que hay que ser más conservador.
Me había estudiado desniveles y distancias, pero no sé si eran los nervios, el público o todo mezclado. Pero estaba muy despistado.

Estamos ya en el km6, en este punto yo nos asombramos de ver a muchísima gente subiendo andando cuando casi ni hemos empezado las rampas duras, no sé hasta qué punto se puede uno apuntar a una carrera como esta si en el km 6 ya estás sin fuerzas para correr aunque sea a 6'. Es una carretera ancha de dos carriles con gente sentada en los laterales al más puro estilo Tourmalet, no paran de darte ánimos, saben que este es un punto de dureza alto y no dejan de animarte con los típicos "Aupa", "Aupa Txapeldun"...el ritmo pasa a ser de 5'55", se nota la subida y sobre todo el calor, mucho calor.

El km7 es la parte principal de la subida a Gaintxurizketa, parece que no acaba nunca; en muchos tramos me acelero y es él quien tiene que echarme el freno, me encuentro bien, no dejo de animar a los muchos participantes que ya suben andando y con la cara demacrada por el esfuerzo. Este tramo sale a 6'08" y ya vemos el final del alto...Vamos!!! Parecía que no llegase el final de la curva con lo que sería la final de la subida, y encima a veces entra viento molesto.
Mucha gente a los lados, los camiones pitan al pasar. Todo el mundo animando. Dando las gracias por los ánimos. Sonriendo.

El km8 comienza con el último tramo del alto y ya comienza una larga bajada hasta Errenteria; el ritmo aquí se nos va de las manos y vamos a 5'19", aprovechamos para coger fuerzas que esto no ha hecho más que comenzar. Llega la bajada y esta es la parte más fea y desierta. 

El km 9 es un tramo en el que los corredores buscábamos la sombra del arcén izquierdo como si fuera una golosina, es un tramo en el que si aprovechas para recuperar se disfruta corriendo; acertamos con el ritmo de 5'29".

El km 10 pasa por Lintzirin, la primera parte es algo de bajada, después en el ecuador de la carrera nos cruzamos con El Pirata pinchando Heavy, en este caso Barricada, la gente se para a hacerse fotos con él, no deja de animarnos a todos mientras ondea su bandera; saludamos a sus colegas y buscamos el avituallamiento de agua e isotónico, como todos los del día abarrotados de gente en las primeras mesas, más libre en las últimas. Ritmo 5'38".

Km 11 entrada a los barrios de Errenteria, ESPECTACULAR!!!! parte llana, quizás la parte más llana de la carrera si es que puedes decir que hay algo llano en ella porque no lo parece... Ritmo 5'26".

km 12, estamos ya en la Alameda de Errenteria. Llegó el espectáculo, madre mía. Todo el pueblo se había echado a la calle. Música a tope en los pisos. Dos filas a cada lado de la calzada aplaudiendo, animando, gritando. Los pelos de punta. Una pasada. Nosotros agradecidos por los ánimos devolvíamos los aplausos y dábamos las gracias por los gritos de ánimo.

Tras atravesar Errenteria, estamos en el km13 con un olor a comida que se desprendía de las casas con las ventanas abiertas y la gente animando empiezas a subir la subida de Capuchinos, subida que engaña mucho porque no es muy larga pero es durísima, sobre todo al final. El ritmo 5'44"

No hemos acabado de subir Capuchinos y giras a la izquierda, estamos en el km14; empiezas a bajar hacia Pasaia, y después una bajada muy pronunciada. Ritmo 5'37".

En el km 15 empieza un sube y baja en Buenavista. A partir de aquí, ya no iba bien (o no sé desde dónde). No a nivel de piernas. Fue a nivel de estómago. No había bebido nunca tanta agua en una carrera. Notaba que el agua botaba en el estómago. Y bebía en el siguiente avituallamiento y no me quitaba la sed. Pensándolo de vuelta en el tren llegué a la conclusión de que llegué a meta deshidratado y que mi cuerpo no había asimilado todo el agua que había bebido. O había perdido muchas sales que no había repuesto. Ve mi cara y ve que algo no marcha bien. me dice que no me preocupe, que intente recuperarme que nos queda 1,5 km hasta empezar el alto de Miracruz. Pero mi cara ya no es la misma. Este km nos sale a 6'12, se nota que el rendimiento ha bajado.

El km 16 es de aproximación a la subida de Miracruz a través del barrio de Herrera, ya solo nos queda 1 km para llegar al alto, se ve perfectamente lo que nos viene por delante. El ritmo sigue siendo similar 6'09, vamos a tener que sufrir un poquito más.

Estamos ya en el km17, hemos conseguido seguir sin pararnos, me cruzo con un globo que me dice que hagamos un esfuerzo más y llegando arriba la carrera está hecha; aún no sé cómo llego hasta arriba, pero miro el cartel del Restaurante Arzak y sé que estamos arriba. Ritmo de 6'16".

Los últimos kms iba totalmente perdido. Menos mal que estaba él, que a partir de aquí se convirtió en mi guardaespaldas y protector. La primera parada que hice fue por un pequeño dolor de cabeza y él a mi lado. Las siguientes con náuseas.

El km18 es una larga bajada hasta el barrio de Gros en Donosti, la gente te envuelve a ambos lados de la carretera y no deja de animarte: "Venga campeones que ya está hecho..." "Ya lo tenéis ahí..." En este momento me paro y muy seriamente le digo: "Sigue tú solo, yo no puedo", me pregunta que si quiero vomitar, inicialmente parece que sí y nos acercamos al borde, paramos pero no vomito, y me dice que no me va a abandonar de ningún modo, que hemos preparado esto juntos y acabamos juntos. Descendemos Gros, el ritmo se va a 6'01 y ya tenemos al fondo Zurriola, me anima diciéndome que solo nos queda el equivalente a un tramo que solemos hacer cerca de mi casa y que es un sufrimiento corto. 
Ahí ya no pensaba en mí, pensaba en él. Le estaba jodiendo la carrera que tanto había preparado. Y de ahí mi bloqueo mental y agobio. 

Entramos en la avenida de Navarra, ligera subida hacia Zurriola y muchísima gente animando. Ya a los dos lados. Gente agolpada. Como en las llegadas de cualquier vuelta ciclista. Es el km 19 y lo pasamos andando a 6'36". Una mujer gritando mi nombre para que avanzara. 

Y por fin llegamos a la recta final, Zurriola, Kursaal y me dice que hay que entrar corriendo que en la meta están esperándonos con mucha ilusión nuestras fans. Arcos y más arcos. Nos ponemos a correr. Saca la cámara al más estilo Valentí Sanjuán para grabar estos momentos en vídeo, y así pasamos junto a nuestras mas fervientes admiradoras que nos animan sin parar. Cruzamos el Urumea y ya vemos los arcos de meta, un esfuerzo más y lo tenemos en la saca. 

SE ACABÓ.... 20 km en 1h56', un ritmo medio de 5'48"; manos en alto y abrazo, somos finishers de una carrera que de por si es dura y que las condiciones de este año han hecho una carrera todavía mas dura. 


Ojalá estos dos largos (para mí) kilómetros hubieran pasado de otra manera pudiendo sonreír y no llegar desencajado a meta.

Esa laaaarga recta interminable tendré que disfrutarla y a lo grande, así que ahí lo dejo...


Tras cruzar la meta, recibimos la medalla, nos quitamos el chip y nos dan la bolsa. Con galletas, agua, powerade, manzana y mandarina que me dio la vida. Y una cervecita con limón que me revitalizó. Después a coger la bolsa del guardarropa y a ver a las animadoras. Que estaban sentadas a la sombra.

Fotos, postureo, intercambios de opiniones y anécdotas entre los que habíamos corrido y las que lo habían dado todo animando.

Posando tras los 20 kms y con mi medalla de finisher.


Y luego los siete camino de nuestras respectivas estaciones para poner rumbo a casa.


Y aunque ya te lo he dicho, Luis, muchas gracias! Que eres un tío cojonudo. (y parte de esta entrada forma parte de tu diario ;))


Ha sido un fin de semana para recordar, en todos los sentidos, antes, durante y después de la carrera. Un besazo a mi novia, que una vez ha estado ahí, aguantando, todas esos rituales que tenemos los corredores, pasando calor y con la cámara al cuello. Y más si somos de esos del postureo.

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